Peña Montañesa (2291m)

Comenzamos el año 2010, y después de haber hecho diversas excursiones a la zona de Guara, decidimos que ya iba siendo hora de afrontar una montaña mas compleja. Debido a la gran cantidad de nieve caida en el Pirineo en las últimas semanas y los riesgos que esto conlleva (aludes, etc...), decidimos adentrarnos en Peña Montañesa.

Por su altitud la montaña no parecía muy complicada, aunque contaba con un desnivel de 1339m. Mucho para ser una montaña de simplemente 2.291m de altura. Peña Montañesa se encuentra cerca de Ainsa, y delante de los Pirineos, cerca del valle de Ordesa y Monte Perdido.
Pensamos que nos llevaría horas alcanzar la cumbre, y debido a su altura y sobretodo a su desnivel decidimos hacer una aproximación la noche anterior para evitar madrugar en exceso.

La aproximación la hicimos en los ibones, El Grado. Desde ahi teniamos únicamente media hora hasta Ainsa, y de ahí otra media hora hasta San Vitorian, donde comenzaba nuestra ruta.

Nuestra excursión estaba pensada para el fin de semana del 20-21 de Febrero, pero por motivos climáticos tuvimos que trasladarla al fin de semana siguiente, 27 y 28 (gran acierto, gracias al meteorlogo del blog).
Con el plan ya fraguado decidimos ponerlo en marcha.

El sabado me encontré con el Comando Tortuga (Merche, Estela, Dolo y yo). Cargamos la furgo, y a las 8 de la tarde ya estabamos rumbo a los ibones. En la furgo nos fuimos poniendo al día de lo que habia sucedido en nuestras vidas desde la última vez que nos encontramos. No es necesario que lo que se cuente sea nuevo... de hecho, puede que lo hayas contado unas cuantas veces y haya alguien que aun no se haya enterado... de todas formas el buen rollo invade la furgo por completo.

Una vez en los ibones, decidimos cenar e irnos a dormir pronto para estar al dia siguiente al 100%. Preparamos la cena en un periquete, una pizza y ensalada. Con las dudas de a que hora despertarnos decidimos que a las 8,15 hay que salir por la puerta, para a las 9,30 estar ya camino de la cima. Subimos a las habitaciones y hacemos el reparto de estas.

Tras una noche larga, nos despertamos a las 7,30, desayunamos, hacemos la mochila, metemos comida y demás, y por fin cerramos la puerta. Gran error este último ya que la furgoneta se encontraba en el garaje, y las llaves se habian quedado dentro del ibón (ya que así es como se devuelven las llaves). Merche y Dolores deciden bajar a por otras llaves a los bancales, y Estela y yo nos quedamos a vigilar todos los petates. A las 9 aprox llegan con las llaves. Sacamos la furgo a todo gas y nos dirigimos hacia nuestro objetivo, Peña Montañesa.

Una hora después llegamos al inicio del largo recorrido, tras sortear una carretera serpenteante en la que la velocidad maxima a la que podemos poner la furgo es a 30km/h. "Rapidamente" nos preparamos, polainas en piernas, abriegos en las mochilas, raquetas en las mochilas, comemos un poco... y al tajo, a las 10,15 comenzamos nuestra aventura.

Las dos primeras horas andamos en silencio a un ritmo muy alto, llegando a realizar casi mitad del recorrido. Tras hacer un pequeños decanso para reponer fuerzas, tenemos un problemas que nos tendrá una hora sin poder avanzar. No encontramos el siguiente mojón. Debido a la nieve no encontramos el camino, lo que nos hace perder mucho tiempo y dar vueltas para encontrarlo. Esta pérdida me permitió demostrar mis pequeñas destrezas adquiridas en le bulder de montañeros de aragón, escalando una pequeña pared. Tras una hora, la desesperación se puede leer en nuetras caras, decidimos abrir una nueva ruta con la esperanza de encontrar en el futuro otro mojón. Derruimos una zarza y rodeamos la pared para poder acceder a la pala que nos llevaría al último tramo de la montaña (o eso pensábamos). Conseguimos sortearla con dificultad, continuamos andando y encontramos el codiciado mojón. El nieve va aumentando progresivamente, y lo que al principio eran simplemtente pequeñas placas ahora se convierten en metros y metros de nieve, impidiendo que des un paso sin que se hunda hasta la rodilla. Decidimos ponernos las raquetas (que gran invento), y empezamos a abrir huella. Tiramos hacia delante con gran dificultad, pero el dia nos acompaña, buen sol con alguna nube, y una temperatura envidiable. Las vistas inmejorables, podemos observar el pantano de mediano rebosante y observamos tambien el Pantano de El Grado, visualizamos tambien el monte de Sabiñanigo, y como no los Pirineos con su habitual grandeza. El tiempo se nos echa encima literalmente y aparecen unas nubes con no muy buena pinta. Tras echar un par de fotos, comer algo y disfrutar de las vistas, decidimos dar la vuelta con la intención de volver otro día para conquistar esta montaña.

Descendimos en poco mas de 2 horas y media. A la llegada a la furgo cargamos pilas comiendo lo que nos quedaba y directas a Zaragoza, donde estábamos a las 8,30.

Otro día os contaré la historia de como nació Comando Tortuga, que tambien sucedió a la vuelta de esta magnífica aventura.

Un saludo

Auris